September 4, 2015

MR O'SUNSHINE

SAN SEBASTIAN. O had never seen Little Miss Sunshine, the film, but worked for a models' agency. He introduced himself, and his agency, as the "representatives of Miss Universe" in the region. He talked non-stop on his cellphone about a necklace in his agency's "vault". A broken necklace, one could listen him to say, but one that imperiously needed to be sent to one of his beauties immediately, he would repeat. Breakfast at Tiffany's, the book, is what came to my mind. Capote too. 
O hated all the doctors but all the nurses loved him, including "Lieutenant O'Neil". He showed me pictures of his models. One of them looked like a very young Ava Gardner! Youth was drawn all over O's mind. Parties, parties everyday, and a sense of drama too. I first met O on the same day that I met his family. O's mother, a smiling lady on her sixties, had widowed young - a heart attack took his husband, she told me herself - and then one day a car had rolled over her on a traffic light, green, she insisted. That was 10 years gone. She spent a year in hospital. She showed me her morphine patches, for the pain. She was still wearing them 10 years after. O's sister told me her own story too. She had been interned in a hospital 8 times over a period of 6 years, with an inflamed pancreas, until finally they took her spleen off, the cause of all from the beginning, she told me. They should have done it first time. Her life had suffered in the meanwhile, but she had a boy of 10 to live for. The boy, hey boy, he would play computer games non-stop laying on his uncle's bed. 
They were more of them - of their happy big family - sitting on the windows and all, so many of them. They all loved Uncle O with a passion. Then - on the second of third day after I had first met them - on a brief talk apart, his mother told me that O was terribly ill.  Talking later with O, incidentally, he mentioned that his father, and his grandfather too, had died of a heart condition. He told me how his grandfather was the first man in town to get a pacemaker implanted, but had the batteries placed upside down, and when the doctor came in the morning to visit, he was already in the pine box. He told me too how his father felt sick on a Thursday and went all black and was gone by Sunday. O was a small boy then but how his father went black, that he remembered. 
Many days there came friends to visit him too. They were all over the place.  Many of them he knew in relation to the agency. O was so happy then,  he couldn't stop thinking of his agency. A life ahead of beauties. 


O no había visto nunca "Little Miss Sunshine", la película, pero trabajaba para una agencia de modelos. Se presentó a sí mismo, y a su agencia, como "los representantes de Miss Universo" en la región. Hablaba sin parar en su movil, de un collar que estaba en la "cámara acorazada" de la agencia. Un collar que estaba roto, sí, se le escuchaba decir, pero que había que hacer llegar imperiosamente hasta una de sus bellezas, inmediatamente, se le oía repetir. "Breakfast at Tiffany's", el libro, es lo que me vino a la mente. Capote también. 
O odiaba a todos los médicos pero todas las enfermeras le adoraban a él, incluida "Lieutenant O'Neil". Me enseñó fotos de sus modelos. Una de ellas se parecía a Ava Gardner de muy joven! Un espíritu de juventud se dibujaba sobre todas sus expresiones. Fiestas, fiestas todos los días, y un sentido de lo dramático también. Conocí por primera vez a O el mismo día que conocí a su familia. La madre de O, una señora sonriente en sus sesentas, había enviudado joven - un ataque al corazón se llevó a su marido, me dijo ella misma - y luego un día un coche le arrolló en un semáforo, en verde, insistía. Esto había pasado hacía 10 años.  Pasó un año en el hospital. Me enseñó sus parches de morfina, para el dolor. Los llevaba aún, 10 años después. La hermana de O me contó su propia historia también. Había estado ingresada en un hospital 8 veces a lo largo de un período de 6 años, con el páncreas inflamado, hasta que finalmente le extirparan el bazo, la causa de todo desde el principio, me dijo. Deberían haberlo hecho la primera vez. Su vida había sufrido en el intervalo, pero le quedaba un chico de 10 años para vivir por él. El chico, vaya con el chico, se pasaba el día jugando  juegos de ordenador tumbado en la cama de su tío. 
Había más de ellos  - de su gran feliz familia - sentados en las ventanas y así, tantos que eran. Todos ellos querían al tío O con pasión. Entonces - sería el segundo o tercer día desde el día que les había conocido - en un breve aparte, su madre me contó que O estaba terriblemente enfermo. Hablando más tarde con O, incidentalmente, mencionó que su padre, y el padre de su padre también, habían muerto de problemas del corazón. Me contó cómo su abuelo había sido el primer hombre en la ciudad al que habían implantado un marcapasos, pero le colocaron las pilas del revés, y cuando vino el médico a visitar por la mañana, estaba ya en la caja de pino. Me contó también cómo su padre se sintió mal un jueves y se puso todo negro y para el domingo ya se había ido. O no era más que un niño entonces pero cómo su padre se volvió negro, eso sí lo recordaba.
Muchos días venían amigos a visitarle también. Ocupaban todo el lugar. A muchos de ellos los conocía en relación a la agencia. O era tan feliz entonces,  no podia parar de pensar en su agencia. Una vida por delante de bellezas. 

No comments:

Post a Comment