December 25, 2010

A 21st CENTURY WAFFLE CHRISTMAS EVE

MEMORIES. On our way to NY, we arrived at Bethlehem - Harrisonburg, Virginia - late at night. We parked the 8 seated Suburban in front of the doors of our rooms at the Best Western there - room for 4 with breakfast for $60. We turned on the wall air-heater and went for a swim to the pool. I went in my swimming pants running across the parking lot. Then everybody, tired of the car ride, put on their pajamas. Juan and Nicolas were hungry so I went out with Nicolas. We crossed a closed gas station to find a dimly lit Waffle House and brought a plain waffle for Juan and a couple of a dollar for 2 hamburgers for Maria and Nicolas. We played and laughed on the piled snow under the stars in the freezing cold. Juan cried because he would have liked a doughnut instead, but I hugged him for a while and he was happy again and we went to sleep, all together in the same room.
That morning aunt Josefina died en Bilbao at the age of 92. I talked to my mother too from the road. She is wheelchaired because of ALS. But still it was about the best Christmas Eve ever, the one I never had as a child. In the early morning everything was covered in white fresh snow.

Camino de Nueva York, llegamos a Belén - Harrisonburg, Virginia - de noche. Aparcamos la Suburban de 8 plazas frente a las puertas de nuestras habitaciones del Best Western del pueblo - $60 la habitación para 4 con desayuno. Encendimos el calentador de aire, de los de pared, y fuimos un rato a la piscina. Yo fui en traje de baño corriendo por el aparcamiento. Luego todos, cansados del viaje, se pusieron el pijama. Juan y Nicolas tenían hambre así que salí con Nicolas. Cruzamos una gasolinera vacia y encontramos una Waffle House apenas iluminada. Compramos una waffle para Juan y hamburguesas de 2 por un dolar para Maria y Nicolas. Jugamos y reimos sobre los montones de nieve apilada bajo las estrellas y el frío helador. Juan lloró porque hubiera querido un donuts pero le abracé un buen rato y se puso contento de nuevo y nos fuimos a dormir, todos juntos en la misma habitación.
Esa mañana murió la tía Josefina en Bilbao, a los 92 anos. Hablé con mi madre desde la carretera también. Está en silla de ruedas, diagnosticada de ELA. Y aún así fue de las mejores Nochebuenas que recuerdo, la Nochebuena que nunca tuve de niño. En la mañana, temprano, todo apareció cubierto de nieve blanca fresca.

1 comment:

  1. Sin duda tus hijos se acordarán siempre de una aventura como la que estáis viviendo, de una convivencia en familia tan estrecha, tipo road movie. Por cierto, por aquí te esperamos para el partidito de pádel y que nos cuentes. En USA apenas se practica padel, ¿no?

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